Unir el pensamiento Lean Startup con Diseño
¿Quien hoy en día no ha escuchado o aplicado el pensamiento Lean Startup en sus proyectos? En Tres Puntos intentamos seguir fielmente el pensamiento Lean para cualquier proyecto aportando así un producto validado por y para los usuarios.
Hoy queremos recomendaros el uso de Lean Startup con Design Thinking cogiendo lo mejor de ambas metodologías en Lean Design ya que comparten muchos puntos
- Centran el proceso en el cliente o usuario. Toda la reflexión parte y termina en el usuario como fuente de conocimiento. Nada se hace sin tenerlo presente
- Parten de la nada. No se da nada por sentado y todo el proceso es una búsqueda constante de soluciones y producto.
- Gestionan el caos. En un entorno tan inestable como el actual, tener una metodología que se desenvuelva bien en ese entorno es una ventaja. Tanto DT como LS son capaces de adaptarse a los cambios que se generan y sacar beneficio de ellos.
- Integran el error en los procesos. Con lo que se convierten en una potente fuente de información y conocimiento.
- La iteración es constante. Lo que permite que la mejora también lo sea, siendo conscientes de la necesidad de entender la solución propuesta como un modelo permanentemente mejorable.
Design Thinking
Es una metodología que basa sus soluciones en conocer muy bien al cliente y todo lo que le rodea. Es decir, la base de cualquier solución es entender al cliente, empatizar con él y su contexto, porque observando cómo actúa podremos encontrar sus problemas y ofrecer las soluciones más adecuadas. Estas soluciones centradas en el cliente se caracterizan por ser muy sencillas y usables.
Lean Startup
Basado en el Customer development, también se centra en encontrar rápidamente un cliente con un problema al que ofrecer una propuesta de valor. Este cliente y la propuesta de valor que le aportamos, se derivan del modelo de negocio desarrollado a partir de nuestra idea. Por tanto el modelo de negocio es el verdadero motor de la metodología Lean Startup. Descubrimos qué quiere el cliente partiendo de las hipótesis que plasmamos en el lienzo del modelo de negocio. Con esas hipótesis, lo que haremos es generar experimentos que nos permitirán validarlas o desecharlas, para perseverar en nuestra idea o pivotar.
De esta manera podemos ver que Lean Startup es más ágil en las primeras fases, porque se lanza al mercado enseguida, mientras que Design Thinking estudia más en detalle al cliente, pasando más tiempo hasta que termina de empatizar y entender bien su entorno, su comportamiento y sus pensamientos.
Hibridando estas dos metodologías podemos desarrollar modelos de negocio de una manera muy ágil, basados en el conocimiento del cliente que aporta design thinkng pero de una manera más experimental, al estilo lean startup, para así generar productos y servicios acordes con las necesidades del cliente.
De esta manera también validaremos el modelo de negocio más rápidamente empleando técnicas de prototipado y experimentación basadas en design thinking para testar las hipótesis que se han generado en nuestro modelo de negocio.
En resumen, unir lo mejor de cada metodología permite desarrollar productos y servicios con modelos de negocio robustos, basados en hechos y en la experimentación y que por tanto, tendrán mayores probabilidades de éxito en el mercado real.